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Poseídos por la fe

Si Jesucristo se hizo bautizar a los 30 años, ¿por qué a nosotros nos bautizan a los meses de haber nacido? ¿Por qué los peruanos somos mayormente católicos (en general cristianos) y no musulmanes o budistas? ¿Por qué la iglesia se atribuye un rol supremo como guía moral del País? ¿Por qué no se puede hablar de religión? Exploremos algunas posibles respuestas.

Eduardo Abril Lira

Publicado: 2017-04-24


¿Cómo es que el cristianismo pudo extenderse hasta convertirse en la religión más grande del mundo? ¿Cómo es que los peruanos terminamos siendo cristianos? Regresando por las huellas de la historia, todo se lo debemos al legado del imperio más grande, duradero, poderoso e influyente en la historia de la humanidad: el Imperio Romano. Aquí una breve cronología.

Larga vida a Roma

El emperador romano Constantino terminó con la persecución romana de los cristianos en el año 313. Y en 380 el emperador Teodosio convirtió al cristianismo en la religión oficial del estado Romano (edicto de Tesalónica), con exclusión de todas las demás.

¿Y por qué Roma elegiría al cristianismo como única religión oficial del Imperio? La leyenda dice que el emperador Constantino el Grande vio una gran cruz de fuego en el cielo que luego pintó en los escudos de los soldados romanos con los que ganó muchas batallas. O tal vez porque los romanos observaron que los cristianos eran gentes dóciles, fáciles de dominar que no se rebelaban ni aun cuando eran arrojados a los leones en la creencia de que les esperaba la salvación y vida eterna después de la muerte.

Roma decidió hacer cumplir la unidad religiosa y cualquier persona que no se suscribiera al cristianismo católico fue vista como una amenaza para el dominio y la pureza de la "fe única y verdadera". La consecución de esos objetivos llevó a la persecución de no creyentes o creyentes de otras religiones (“paganos”) por autoridades cristianas y por la propia población. El vocablo “católico” deriva del griego “katholikos” que significa “universal, para todos”.

Hasta el año 393 no existía un documento universalmente aceptado como “escrituras cristianas”, pues varias iglesias y funcionarios adoptaron diferentes textos y evangelios. Entonces el Concilio de Hipona escogió, tradujo y aprobó una colección de relatos originalmente escritos setenta años después de Cristo (en los idiomas hebreo y griego) para formar el Nuevo Testamento, creando lo que sería la única versión autorizada de las escrituras en el estado romano, la Biblia Católica Romana, en Latín, el idioma oficial del imperio romano.

Después de promulgada la Biblia (que significa biblioteca, colección de libros), el Papa Dámaso decretó una serie de penitencias formidables y anatemas adicionales para imponer la autoridad de la Iglesia como regla de vida y creencia. Se dispuso mantener a la Biblia alejada de la gente y solamente los sacerdotes, que sabían latín, podían leerla e interpretarla para los fieles, pues se sostenía que “Los misterios de la fe no deben explicarse precipitadamente a nadie, […], no pueden ser comprendidos por todos, sino sólo por aquellos que están calificados para entenderlos con inteligencia informada”. Por los siguientes mil cien años la única versión autorizada de la Biblia fue la “católica romana”, en su único idioma oficial, el latín. A los fieles católicos romanos no se les era permitido leer o poseer una Biblia bajo pena de excomunión. Las traducciones de la Biblia estaban igualmente prohibidas.

En 1536 William Tyndale fue quemado vivo por haber cometido la herejía de traducir la Biblia al idioma inglés y por afirmar que “la Iglesia prohíbe poseer o leer la Biblia para controlar y restringir las enseñanzas y para aumentar su propio poder e importancia”.

La Reforma Protestante (mediados de los 1500s), fue un movimiento que llevó a un cisma de la Iglesia católica y dio origen a numerosas iglesias agrupadas bajo la denominación de “protestantismo” quienes tradujeron y publicaron sus propias versiones de la Biblia. Esto obligó al Vaticano a cambiar su política de prohibición y permitir la traducción y publicación de la versión romana de la Biblia a idiomas populares que la gente podía entender. Entonces se produjo lo que el Vaticano exitosamente había impedido por más de mil años: que la gente fuese capaz de leer la Biblia y le diera propias interpretaciones, dando lugar a la aparición de miles de nuevas denominaciones cristianas en todo el mundo considerándose cada una de ellas “la única verdadera” con un peligroso sentimiento de rivalidad hacia las demás.

Los romanos impusieron el cristianismo en los territorios conquistados (entre ellos España) para ayudar a mantener la unidad del imperio. Siglos después, en su conquista de América, los españoles adoptaron los métodos sangrientos de los romanos para extender el cristianismo con los mismos propósitos. Con el tiempo el imperio Romano cayó y los españoles fueron expulsados de América, pero donde quiera que el cristianismo llegó, llegó para quedarse. Es impresionante la correspondencia del mapa de los territorios del imperio romano (y sus posteriores dominios, como las colonias de España), con el mapa actual de países donde el cristianismo continúa siendo la religión de las grandes mayorías.

Bautizo de Infantes

¿Por qué para saber elegir nuestros representantes políticos se necesita tener la mayoría de edad pero se puede ser bautizados tan jóvenes como dos meses de edad sin siquiera preguntarnos?

El bautizo de menores marca el inicio de lo que es en buena cuenta un adoctrinamiento ideológico masivo que alcanza varios objetivos: formar individuos y comunidades que acepten la fe cristiana como propia, crear en el individuo una inquebrantable necesidad de “creer” al punto de no poder llevar su vida sin la fe, e igualmente importante, cimentar una férrea disciplina mental de oposición al razonamiento, la curiosidad, la evidencia y la verdad para que más tarde no puedan ser convertidos fuera de la fe.

Cuatrocientos años después de Cristo el teólogo y santo romano Agustín de Hipona, conocido como Padre San Agustín (de quien la U.N.S.A. lleva su nombre), definió muchas de las doctrinas de la iglesia católica que hasta hoy se mantienen, entre ellas, las referentes al bautizo de menores “para transmitir en los infantes la fe que son incapaces de tener por voluntad propia” ”…siendo el efecto del bautismo de los párvulos la incorporación a la Iglesia o la unión con Cristo y sus miembros, cosa manifiesta es que, si no reciben ese sacramento, gravita sobre ellos la sentencia condenatoria”. Concluyendo “…que los párvulos fieles han obtenido el perdón del pecado de origen por el bautismo de Cristo”. (Consecuencias y perdón de los pecados y el bautizo de los párvulos. Agustín de Hipona)

La sumisión ideológica del Perú.

Los tres socios de la conquista del Perú fueron Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque. Francisco Pizarro como jefe militar, Diego de Almagro que tenía a su cargo la logística y Hernando de Luque encargado de proveer los medios económicos. ¿Y quién era Hernando de Luque? De Luque era sacerdote de la Iglesia de Panamá. Se puede decir que la iglesia católica, por intermedio de De Luque, financió la conquista del Perú.

Después de la captura de Atahualpa, y luego de recibir el oro y plata exigidos por su rescate (el mayor rescate que se haya pagado en el la historia), los españoles sentenciaron a muerte al Inca por varios cargos, entre ellos el delito de idolatría. Para cumplir la sentencia le ofrecieron dos opciones: ser bautizado como cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. El sacerdote Vicente de Valverde (considerado pionero de la evangelización del Perú), que fue uno de los signatarios de la sentencia de Atahualpa, manifestó que “el Inca, en todos los cargos, merecía la muerte”. Valverde fue nombrado después inquisidor y Obispo del Cuzco.

El poder y los privilegios de la iglesia católica en el Perú se extendieron con el inicio de la república, conservando todos los bienes que tenía antes de la independencia. Los artículos 8 y 9 de la primera Constitución Política del Perú (1823) establecen que “La religión de la República es la Católica, Apostólica, Romana con exclusión del ejercicio de cualquier otra”; además de que “Es un deber de la Nación protegerla constantemente, por todos los medios conformes al espíritu del Evangelio, y de cualquier habitante del Estado respetarla inviolablemente”.

Apoyado por la población, en 2003 el Alcalde Luis Castañeda dispuso el retiro de la estatua de Francisco Pizarro de la Plaza mayor de Lima porque esta representaba “…una ofensa a la peruanidad. Recuerda al conquistador que diezmó la población indígena. La decisión de sacarla es un gesto histórico, una reivindicación de la nacionalidad". Pero justo en frente de donde estaba la estatua se ubica la Catedral de Lima. Y si la iglesia tuvo participación en la sangrienta conquista del Perú, ¿porque no se le condena también como se condena a Francisco Pizarro?

La Biblia tiene todas las respuestas

Dichosos los que creen sin haber visto…”. La religión nos entrena para creer una proposición sin suficiente evidencia, a desdeñar el valor de hechos verificables, a quedar satisfechos sin real entendimiento y a aceptar explicaciones sin fundamento. Cuanto más tu fe desafía la evidencia, más virtuoso eres.

Es de esperar que la ciencia entre en fuertes conflictos con las religiones, pues las creencias religiosas son basadas en el entendimiento que la gente tenía del mundo en los tiempos en que las santas escrituras fueron escritas. Hay muchísimas cosas que no sabemos, y para aprender más desarrollamos las ciencias. La religión nos dice que no somos capaces de entender, que no hay nada que investigar, que la Biblia tiene todas las respuestas. La ciencia continuará probando que la Biblia está equivocada.

Año de 1992. Le tomó al Vaticano más de 350 años el reconocer oficialmente que Galileo estaba en lo correcto al publicar en 1610 sus observaciones que evidenciaban que la tierra gira alrededor del sol contradiciendo referencias bíblicas de que la tierra no se mueve y que es el centro del universo (modelo geocentrismo). Por su herejía, Galileo fue sentenciado a arresto domiciliario de por vida, salvándose de morir en la hoguera gracias a sus influencias por sus logros en ingeniería y las ciencias. Por presiones de la iglesia, ambas “teorías”, la religiosa y la científica, eran enseñadas en las escuelas hasta mediados de los 1800s. ¿Suena familiar?

¿La Guía Moral?

Los cristianos tienen la convicción de tener supremacía moral porque piensan que tienen un libro escrito por el creador del universo y hacen afirmaciones morales mostrando los pasajes de la Biblia que los respaldan. Pero ¿qué pasaría si de verdad tomásemos la Biblia como guía moral? Revisemos algunos de los muchísimos pasajes que sacerdotes y pastores suelen no referir: Si tu hermano, hijo, hija, esposa o amigo trata de hacerte creer y adorar a otro dios, debes matarlos (Deuteronomio 13:6-10); El que trabaja el día de la semana de adoración a Dios (Domingo) debe ser castigado con la muerte (Éxodo 35:2-3); Si al casarse una mujer no es virgen, esta debe ser llevada a la puerta de la casa de su padre y debe ser muerta a pedradas por el pueblo (Deuteronomio 22:20-21); Si tienes un hijo rebelde debes llevarlo para que sea matado a pedradas por el pueblo (Deuteronomio 21: 18-21)… ¿La guía moral?... ¿En serio?

Nuestros valores morales han cambiado con el paso de los siglos. ¿Porque la Biblia no contiene mandamientos contra la esclavitud, el racismo, las violaciones sexuales, el trato injusto a las mujeres, el maltrato a los animales o el maltrato al medio ambiente?: Porque estas acciones no eran consideradas del todo inmorales en las sociedades de esos tiempos.

El cristianismo enseña que Jesús murió en la cruz para salvarnos de nuestros pecados (aunque en realidad no murió). ¿Pero es ético creer que nuestros pecados pueden ser perdonados por el castigo de otros? Si alguien cometiese un robo, ¿es ético que aceptemos que otra persona (como su madre o su hijo) se ofrezca a pagar por el crimen cometido? Ese concepto es lo que conocemos como “chivo expiatorio” y originalmente proviene de una práctica hebrea de la época en la cual una cabra era designada para ser arrojada al desierto con los pecados de la comunidad (Levítico 16:8-22)

Revisemos algunos otros pasajes de la Biblia en temas de moral:

Derechos de la mujer. No es un accidente que la iglesia haya cimentado el estatus inferior de las mujeres. La Biblia enseña la sumisión de las mujeres a sus esposos, como en “La mujer oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión. No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio. Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar” (1Timoteo 2: 11-15). O como en “Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor” (Colosenses 3:18). O como en “El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, […] Que la esposa, pues, se someta en todo a su marido, como la Iglesia se somete a Cristo” (Efesios 5:24). ¿Cuántos apóstoles, arzobispos o cardenales mujeres ha tenido la iglesia católica?

Racismo e igualdad de derechos. El artículo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos menciona que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…” (la base de la democracia). ¿Es este un principio bíblico? Definitivamente no. Pues la Biblia dice que Dios eligió al pueblo de Israel para guiar al mundo, excluyendo a las demás razas; Dios va a matar a primogénitos egipcios para demostrar que él hace “la distinción entre los egipcios y los israelitas” (Éxodo 11:07).

Esclavitud. La Biblia no condena la esclavitud, solo prohíbe tener esclavos israelitas. Dios le dice a los israelitas como hacer esclavos de sus vecinos y sus familias. Los “paganos” y “extraños” serán sus bienes para siempre. “Así tu esclavo como tu esclava que tuvieres, serán de las gentes que están en vuestro alrededor; de ellos podréis comprar esclavos y esclavas”. (Levítico 25:44-46). Y sobre el trato a esclavos: “Si un hombre golpea a su esclavo o esclava con un palo, si mueren en sus manos, será reo de crimen. Más si sobreviven uno o dos días no se le culpará, porque le pertenecían." Éxodo 21:20-21

Libertad de credo. Obviamente la libertad de culto no es un principio cristiano. El cristianismo excluye a creyentes de otros credos, no creyentes, y a quienes no siquiera han tenido contacto con el cristianismo, pues solo quienes creen en Jesucristo serán admitidos en el reino de Dios, sin importar cuan benevolentes hayan sido en su vida.

Deuteronomio 13:13-17: Si te enteras de una ciudad donde adoran a otro dios, destruirás a todos en esa ciudad, incluso el ganado, y los quemaras: “…pasarás a cuchillo a todos los habitantes de aquella ciudad […] luego, amontonarás los despojos en medio de la plaza y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos para cumplir la maldición de Yavé”.

Lucas 19:27: Jesucristo parece sugerir matar a quienes se nieguen a pertenecer a su reino: "Pero a aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí"

Si se quiere estar en paz, la Biblia ofrece versos que inspiran la paz. Pero también contiene muchos pasajes que pueden incitar intolerancia y violencia (la base de la inquisición), homofobia, racismo o xenofobia. Entonces se nos dice que es necesario que usemos nuestro sentido moral para interpretar y decidir qué partes de la Biblia debemos tomar y cuáles no. Pero si para saber interpretar y escoger las partes buenas es necesario emplear un código moral más elevado, entonces, ¿cuál es el supuesto supremo rol moral de la religión?

Solidaridad religiosa

La religión ha sido y será una fuerza de unidad y de división para los humanos. Sus costumbres, sus principios fundamentales, sus creencias, todas estas cosas ayudan a establecer un sentido común entre sus seguidores. Difícilmente hay otra afiliación que puede crear comunidades y fortalecer el vínculo en ellas como la religión. Y sin embargo, cuando se tiene un número de individuos que pertenecen a una comunidad, se tiene inevitablemente otro número que no pertenecen a ella, que no comparte sus creencias, creando un grado de antipatía o intolerancia para con los “otros”. Intolerancia que tiende a aumentar con cuán fervientemente un miembro sostiene los ideales, creencias y valores del grupo.

Aquella “inclusión grupal”, que propició nuestra supervivencia como especie, desafortunadamente hoy todavía vive con nosotros, con el inevitable sentimiento de rechazo hacia los "de afuera”, y el respaldo preferencial a los miembros del grupo aun cuando estos cometan flagrantes actos en violación de sus propios principios. Los católicos se niegan a protestar los abusos del Sodalicio porque creen que hacerlo significaría un acto de traición contra el grupo y la fe cristiana.

La fe mueve montañas… y elige presidentes

La religión es una forma de ideología. Una creencia es una representación, una interpretación que una persona tiene de la realidad, y las personas actúan racionalmente dentro del marco de sus creencias. Conforme una persona cree, actúa. El grado en que las ideas religiosas todavía determinan las políticas gubernamentales representa un gran peligro para todos. Como en toda la historia (las guerras santas, los ataques del 11 de septiembre, la guerra civil en Yugoslavia), las convicciones religiosas y sus fuertes contradicciones tienen el poder de inspirar confrontaciones de millones de personas y países armados esta vez ya no con espadas o escopetas, sino con bombas nucleares. Los cristianos apoyan a Israel porque creen en la consolidación de Jesús en la tierra santa. El primer apoyo internacional para el regreso de los judíos a Palestina en 1917 fue inspirado en buena parte por la profecía bíblica.

Donald Trump supo explotar la fe de un país mayoritariamente cristiano (70% de la población) y fue elegido presidente con el decisivo apoyo del 80% de votantes católicos y evangélicos cristianos que le dieron sus votos porque se presentaba como el candidato con promesas favorables a la fe cristiana; votantes ansiosos y enfurecidos por tener que soportar dos gobiernos de un liberal Obama que dijo “…ya no somos más una nación solamente cristiana; somos también una nación judía, una nación musulmana, una nación budista, una nación hindú y una nación de no creyentes” y promulgó leyes como la de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo y la prohibición de discriminación a homosexuales declarados sirviendo en las fuerzas armadas.

Como muchos otros políticos, Trump capitalizó además sobre otra de las grandes vulnerabilidades de las personas creyentes, cual es el haber sido mentalizadas para creer sin evidencia (“tener fe”) y para desafiar la evidencia. El candidato republicano ofreció el oro y el moro sabiendo que su base de votantes le creería todo sin necesidad de mostrar sus planes de gobierno (evidencia), aquellos que nunca tuvo. Sus votantes “tuvieron fe” que iba a ser un buen presidente ignorando sólida evidencia que mostraba a un bully, un abusador de mujeres, mentiroso compulsivo, que no paga impuestos, racista, ignorante de los problemas del mundo, que insulta a quien le da la gana, un estafador que nunca hizo nada por los demás. La historia hubiese sido diferente si suficiente porcentaje de la población tuviese un pensamiento crítico, hubiese exigido evidencia y hubiese basado sus decisiones en evidencia.

Separación de estado y religión significa no injerencia de la iglesia en el estado y no preferencia del estado por religión alguna. Pero destinar fondos económicos estatales para ayudar a una sola religión es preferencia religiosa; Enseñar una sola religión en las escuelas estatales es preferencia religiosa; Mostrar símbolos religiosos de una sola religión en premisas estatales (como juzgados), es preferencia religiosa; Tener en el año siete días feriados religiosos, todos de una sola religión, es preferencia religiosa.

Nos dicen que la iglesia no tiene poder político. ¿Pero quien necesita poder político en una democracia cuando ya se tienen ganadas las conciencias? ¿Quién necesita poder político directo si quienes eligen a los políticos han sido masivamente adoctrinados para hacer suya una misma religión? El 90% de peruanos profesa la fe cristiana y resulta inconcebible que la mayoría de estos sean capaces de elegir candidatos no cristianos o con propuestas opuestas a los intereses de la fe cristiana. No va a suceder.

Keiko Fujimori es incapaz de pronunciar una palabra en contra de la fe cristiana o de sus representantes porque no quiere perder las preferencias electorales de ese decisivo sector de la población. Un amor plenamente correspondido.

Si se diese la oportunidad, las personas religiosas renunciarían a su libertad política: Hasta 1979 Irán era un estado más o menos laico y la vida diaria era similar a la de los países occidentales. Luego de la Revolución Iraní, se le dio a la población la oportunidad de elegir si deseaban un estado basado en las enseñanzas del Corán, el libro sagrado del Islam (otra de las grandes religiones descendientes del patriarca Abraham). El 98% de los electores votaron afirmativamente, otorgando a los líderes religiosos el poder político militar del país. Hoy, treintaicinco años después, tienen leyes que entre otras cosas, prohíben a las mujeres divorciarse, ser jueces, mostrar su cabello, asistir a eventos deportivos de varones, bailar, cantar y hasta pintarse las uñas. Y todo en cumplimiento de mandatos divinos.

Estamos fregados

No creemos más en la esclavitud (160 años), ni en la desigualdad para con las mujeres (50 años); creemos en la igualdad de derechos para todos (200 años), en el buen trato a los animales y el cuidado del planeta (30 años), la separación de estado y religión (aunque en esta última los peruanos como que todavía no atracamos). Estos son nuevos valores morales (históricamente hablando) a los que hemos arribado a lo largo de los siglos por medio del uso de nuestra inteligencia; un consenso resultante de discusiones racionales, argumentos lógicos, teoría política y filosofía moral con muy poco aporte de la religión, y más bien se puede decir, a pesar ella (Cristianismo: 2,000 años) .

Pretender que nuestra moral, nuestras leyes, comportamientos, conocimientos y en general el llevar nuestra vida diaria sobre la base de interpretaciones sesgadas de relatos confusos escritos hace dos mil años, con los valores morales y el conocimiento que la gente tenía hace dos mil años, es equivocado.

Estoy de acuerdo en enseñar religión a los niños en los colegios, pero desde una perspectiva histórica y comparativa. Los niños deben aprender que en el mundo hay miles de religiones diferentes, aprender de sus principios fundamentales, de sus incompatibilidades, de sus cosas buenas (que las tienen), de los abusos cometidos en nombre de la religión a lo largo de la historia, y luego dejarles seguir la religión de su preferencia (o ser no creyentes) una vez adquieran suficiente madurez, quizás terminando la secundaria.

Esta no es una protesta contra los creyentes, es una protesta contra la religión. No es una protesta contra los creyentes porque ellos son las primeras víctimas. En sus esfuerzos por mantener y hacer prevalecer la fe cristiana, los creyentes están genuinamente convencidos de estar luchando por una buena causa, por una causa suprema, cual es el engrandecimiento del reino de Dios. Y sin embargo son víctimas de una efectiva estrategia de dominación y control convenientemente conservada para hacerles vulnerables a la explotación de políticos y líderes religiosos (pastores millonarios).

La más grande de las amenazas para la religión es el razonamiento, el que las personas sean libres de utilizar su capacidad de pensar lógicamente. En correspondencia se puede inferir que la religión en una de las grandes enemigas del razonamiento: La religión enseña que es correcto basar decisiones en hechos no verificables, a desdeñar la importancia de la evidencia; enseña a creer que un ser superior resolverá todos nuestros problemas si tan solo tenemos suficiente fe, enseña a no creernos capaces de resolverlos por nosotros mismos; enseña que no somos capaces de crear una moral razonada (argumentada, discutida, diseñada honesta e inteligentemente).

Estamos fregados. Los seres humanos somos naturalmente reacios a cambiar de opinión, más aun si en la comunidad la gran mayoría comparte las mismas creencias, equivocadas o no. Si alguien ha sido entrenado toda su vida para no valorar la evidencia, ¿qué evidencia se le podría mostrar para que entienda que debe aprender a valorar la evidencia?; Si alguien ha sido entrenado toda su vida para no aceptar argumentos lógicos, ¿qué argumento lógico se le puede presentar para que cambie de mentalidad y aprenda a aceptar argumentos lógicos? ¿Cómo hacerlo con el 90% de peruanos?... Ni vuelta que darle… Estamos artificialmente condicionados para no enfrentar la verdad, para obedecer como borreguitos, para no intentar cambios; Seguiremos siendo un pueblo con mentes encadenadas a creencias de hace veinte siglos, un pueblo con mentes cerradas. Estamos colectivamente atrapados por una ideología genialmente implementada por los romanos para la perpetua dominación y manipulación de los pueblos. Un pueblo sin voluntad propia. Estamos poseídos por la fe.

Eduardo Abril Lira


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